Libros Didácticos Infantiles - Notas de interés |
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Libros infantiles adecuados para cada etapa
Guía infantil el 28-09-2008, 03:27 (UTC) | | Los libros, igual que los juguetes, también siguen una orientación cuanto a la edad de los niños. Si das a un niño de 3 años un libro sin ilustraciones, por ejemplo, seguramente no le va a interesar. Un libro no adecuado a los intereses de la edad del niño, puede quitarle el deseo y el placer de leer o ojear un libro.
Y seguro que preguntarás: ¿Cómo deben ser los libros para la edad de mí hijo?
Pues aquí tienes la respuesta:
Libros para niños y bebés de 0 a 6 años
Deben ser libros ricos en imágenes e ilustraciones. Que tengan recursos para que la lectura no sea aburrida. Para que el niño visualice lo que está oyendo o leyendo. Se puede empezar con libritos de 5 páginas hasta los de 30 páginas. Es necesario, a estas edades, diversificar los temas para conocer después las preferencias del niño. Empiece con los cuentos de toda la vida, luego introduzca libros más técnicos sobre temas como el cuerpo humano, o históricos como la Biblia, o de aprendizaje como los diccionarios. El material también debe ser variado.
Libros para niños de 7 a 9 años
Deben ser libros ricos en historias de aventura, de magia, de misterios. La ilustración aún atrae al niño con estas edades. Ya pueden leer libros con más textos, y que hablen de situaciones y personajes más complejos. Se puede introducir libros con capítulos, para que siempre quede algo de sorpresa para el día siguiente. A estas edades, si tu hijo le gusta escribir, regálale un diario para que él pueda desarrollar su escrita y su lado emocional.
Libros para niños de 10 a 12 años
Pueden ser libros con más de 100 páginas. Las ilustraciones empiezan a desaparecer permitiendo espacio para la imaginación del niño. A estas edades, los niños ya comprenden casi todas las palabras y situaciones. Y seguramente ya tendrán sus temas de lectura preferidos. Ahora cabe apenas estimularlos en este sentido.
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Como crear el hábito de leer en los niños
Guía Infantil el 16-09-2008, 12:24 (UTC) | | Todos sabemos que es sumamente importante que los niños adquieran el hábito de la lectura, pero la gran dificultad reside en la falta de conocimiento de muchos padres en cómo situar a su hijo en este camino.
El interés por la lectura puede ser sugerido al niño de una forma sencilla, espontánea y duradera. El niño que empieza a tener contacto con los libros desde muy pequeño, antes mismo de aprender a leer, simplemente ojeándolos, según algunas investigaciones, se encontrará más preparado para tener éxito en los estudios y en la vida de una forma general.
El acto de leer o simplemente de ojear un libro hará niños más inteligentes, imaginativos y creativos. Y si eso es lo que quieres para tu hijo, no pierdas el tiempo. Empieza hoy mismo a construir ese hábito diario tan enriquecedor para él y para todos. Empieza ya a hacer de tu casa una gran biblioteca.
Fomentar la lectura en los niños y niñas
1 - Para empezar, es necesario que tu hijo te vea, siempre que sea posible, con un libro en la mano. Los niños sentirán más interés por leer un libro si ven que este hábito está presente en su entorno. Piensa que a los niños les encantan copiar. Que es su forma de aprender. Si ellos notan que les gusta leer y que tratan los libros con cuidado y respeto, ellos probablemente, harán lo mismo.
2 - Es necesario estar convencido de que la lectura debe ser empleada como una forma más de diversión y no como una obligación. Los libros no deben ser introducidos al cotidiano del niño solo cuando él esté aprendiendo a leer o solo cuando él ingrese en la escuela. El contacto con los libros debe empezar bien antes. Yo diría que antes mismo de empezar a gatear.
3 - Cuando el bebé consiga sentarse firme en el suelo o en la cuna, ofrézcale libros para que los maneje. Existen en el mercado pequeños y curiosos libros hechos con tela, e incluso con material plástico indicados para el juego a la hora del baño. Existen también pequeños diccionarios para que tu bebé se vaya familiarizando con las palabras, las letras, relacionándolas poco a poco a la imagen. El secreto a esta edad, es hacer con que el bebé vea el libro como un juguete más, con el cual podrá aprender, tornarse mayor, descubrir, crear fantasías, y oír muchas historias interesantes y encantadoras. Al principio, trate de dar preferencia a los libros ilustrados, con pocas palabras, y haga con que tu hijo lo toque, lo acaricie, lo huela, y tenga todo tipo de contacto con ello. Existen libros que contienen sonidos incluidos y también trozos de lana, y de otros materiales para que los bebés disfruten también con el tacto. ¡Los hay también con olores!.
4 - Cuando estén un poquito más mayores, lo ideal es leerles en voz alta, siguiendo siempre las historias del libro. Dé importancia especial al tiempo que dedica para tomar a sus hijos en los brazos y compartir con ellos el placer de leer un cuento, lejos de las distracciones de la televisión. Empieza con los cuentos tradicionales, clásicos, pero fundamentalmente elija libros que agraden a todo el mundo. Si un libro resulta aburrido, olvídelo y busque otro que sea interesante.
5 - Cuando tu hijo ya esté a una edad en que consiga estar más quieto en los lugares cerrados, llévale a visitar una biblioteca. Que el niño se familiarice con los libros, aprenda a manejarlos y así estará construyendo una amistad, un lazo con la lectura. Se sentirá más cercano al lugar y deseará volver muchas veces para elegir el libro que quiera.
6 - Otra forma de estimular el interés del niño por los libros, es convertir un libro en un premio. Cada vez que tengas que premiar a tu hijo por algo importante, regálale un libro sobre su tema preferido.
7 - Cuando tu hijo ya esté disfrutando de los libros hágale participar de la lectura. Cuando termine de leer el cuento pídale que le cuente lo que pasó con algún personaje, o incluso haga con que tu hijo adivine lo que pasará al final. Aproveche para hacer comentarios sobre las situaciones buenas y malas, y hacer comparaciones de un trozo de la historia con sus experiencias, como "¿qué harías en su lugar?"¿, "¿A qué nos ocurrió lo mismo un día?".
8 - Así que sientas que tu hijo ya se interesa por las historias, que se involucra con la trama, se identifica con los personajes, empieza a participar y a imaginar distintos finales, y a vivir variadas sensaciones riéndose, emocionándose, etc, no dejes de sorprenderles con nuevos cuentos. Dé continuidad a esta costumbre abasteciendo siempre vuestra casa con libros y además de revistas. | | |
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Estrategias para enseñar a leer en voz alta a un niño sordo
Reinaldo Saliva González M.A. Ed. Especial. Especialista en Educación al Sordo. el 16-09-2008, 12:21 (UTC) | | ¡Imposible! Esta es la primera reacción de muchos padres y maestros de niños sordos que piensan que sus hijos o estudiantes no pueden aprender a leer en voz alta, o que ellos no pueden hacerlo debido a su sordera. Pero la realidad es otra, los niños sordos pueden aprender a leer en voz alta y comprender lo leído, utilizando el lenguaje de señas, la mímica y la pantomima.
Algunos maestros y padres se han quedado con la cartilla fonética y el aprendizaje de la mecánica de la lectura, pensando que, como aprenden los oyentes a leer, así también, los sordos aprenderán a leer. Esta idea es errónea mientras se utilicen métodos fonéticos exclusivamente, sin tener en cuenta las necesidades particulares del niño sordo.
Mucho se ha investigado acerca de cómo desarrollar la lectura en los niños sordos. La lectura es un elemento esencial en la educación del niño sordo debido a su importancia en el desarrollo del lenguaje.
Sin embargo, poco se ha investigado sobre la aplicación de la técnica de la lectura de cuentos en "voz alta" para niños sordos y sus efectos. Esta técnica es muy recomendada por los especialistas en la educación del sordo como un medio eficaz para el desarrollo de la lectoescritura.
Pero ¿cómo hacerlo?.
Sabemos narrar cuentos a los niños oyentes pero ¿y para los sordos?
Algunos autores han investigado cómo los adultos sordos leen a sus niños sordos y han encontrado ciertos elementos que se repiten en las sesiones de lectura de cuentos. Por ejemplo, en un estudio realizado por Lartz y Lestina, en 1993, se encontró que unas madres Sordas seguían un patrón repetitivo cuando leían a sus hijos sordos. Los patrones fueron identificados y presentados como estrategias que luego fueron sugeridas a maestros y a padres oyentes para que las utilizaran cuando leían en voz alta a sus niños sordos.
Hay autores que sugieren que si seguimos esas estrategias utilizadas por los adultos sordos, podremos desarrollar las destrezas de lectoescritura en nuestros niños sordos, tanto en el salón de clases como en casa.
Estrategias para enseñar a leer en voz alta a un niño sordo
- El uso del lenguaje de señas, la mímica y los movimientos corporales / faciales en todo momento.
- Mantener ambos lenguajes, el de señas y el español del texto, visibles.
- No limitarse al texto escrito sino añadir elementos a la narración que están implícitos
- Mientras más veces leían el cuento más se movían de la narración a la lectura del texto, acortando las explicaciones dando más importancia al texto escrito y no a las láminas.
- Seguían las indicaciones del niño, no lo aislaban, sino que tomaban en cuenta sus observaciones.
- Ajustaban las señas y su tamaño para mantener la variedad y el interés del niño.
- Conectaban la lectura con la realidad del niño.
- La localización de las señas en el libro o fuera de él.
- La demostración de los cambios de personajes a través de la expresión corporal, la mímica, el uso del espacio.
- Hacer preguntas mediante la expresión facial
Estas fueron las estrategias utilizadas por los adultos Sordos en los Estados Unidos cuando leían a sus niños sordos. Nosotros podemos aplicarlas.
No olviden que la mejor actividad que un adulto puede llevar a cabo con un niño es leer un cuento.
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La relación del bebé con el libro
Teresa Corchete Sánchez. el 16-09-2008, 12:17 (UTC) | | Nunca es demasiado pronto para introducir los cuentos en la vida de los niños. Mucho antes de saber leer, los bebés pueden relacionarse con los libros, pues son capaces de escuchar, ver y sentir (sienten incluso antes de haber nacido, según los especialistas), y es desde - y a través de - los sentidos como se genera y acrecienta la curiosidad y el gusto por los libros y sus historias.
Los niños nacen con necesidad de historias
Los bebés nacen con unas necesidades primarias de afecto, de sueño, de alimento... y nacen también con necesidad de historias. Tienen necesidad de estimulación hacia la palabra, tanto oral como escrita, con el adulto como cómplice. Lo que un niño puede comprender no depende únicamente del desarrollo intrínseco de sus capacidades interpretativas, sino que viene condicionado por la presencia y familiaridad de esos elementos en su cultura.
Cuanto antes se ponga en contacto a los bebés con estos estímulos, mejor. Desde la cuna es conveniente aportarle pensamiento y palabra a través de canciones, nanas, juegos corporales y de la narración de pequeñas historias.
Antes de los tres años la relación madre-hijo o padre-hijo crea situaciones muy especiales para el desarrollo del lenguaje. Si esto se produce desde el principio, supone enormes ventajas en el desarrollo posterior del niño. No sabemos lo que entienden pero sí podemos saber qué es lo que prefieren. Y todos ellos quieren historias, palabras especiales, sonoras, ¡sea cual sea su significado! A los bebés, desde un primer momento, les podemos hablar de tres formas diferentes:
- Con el lenguaje de los hechos, de los actos, de las situaciones, de lo cotidiano. Es el lenguaje que normalmente utilizamos cuando lo vestimos, lo alimentamos, lo queremos.
- Con el lenguaje del relato, que tiene la misma capacidad de comunicación de la lengua escrita. Este lenguaje lo utilizamos al contar, al cantar, al recitar. No le interesan tanto los contenidos como la sonoridad de las palabras. Con este lenguaje, el lenguaje cotidiano se desarrolla.
- Con el lenguaje del silencio, necesario para que pueda interiorizar lo que le estamos comunicando, y pueda responder a los estímulos.
Evolución de intereses y capacidades del bebé
La evolución de los intereses y las capacidades en los pequeños es excepcionalmente rápida en sus primeros años de vida, y está más que comprobado que la relación precoz de los niños con los libros y su especial lenguaje, siempre que no se trate de aprendizajes forzados y prematuros, suscita el deseo de acceder a lo escrito. El primer contacto que tiene el niño con el libro es un acto de exploración sensorial. Le gusta acercarlo a la boca, mirarlo, tocarlo, lanzarlo, cogerlo con sus manos, manipularlo y descubrirlo.
Alrededor del año, un bebé es capaz de reconocer a sus padres a través de una fotografía, e igualmente será capaz en esta edad de reconocer objetos familiares representados en las ilustraciones de los libros. Es un proceso de identificación en el que se hace una transición de lo físico a lo mental, y esto le ayuda a saber que las imágenes representan el mundo real.
Poco a poco, el libro de imágenes pone en contacto al bebé con el mundo que le rodea y le da acceso a otros desconocidos. El niño primero lee la imagen, y posteriormente la interpreta. Los objetos familiares se relacionan unos con otros e introducen el sentido de la trama. Estos son sus primeros pasos en el proceso de iniciación a la lectura. La adquisición del lenguaje se produce entre los 10 y los 30 meses, siendo este un periodo de intensa conquista intelectual para que el niño camine hacia su autonomía.
Hacia los dos años la mayoría de los niños utilizan convenciones literarias: repeticiones de palabras, fórmulas de inicio y finales de los cuentos, cambio del tono de la voz, etc. Todos estos avances se verán incrementados, sin duda, en aquellos niños que han oído contar muchos cuentos. Todo ello nos anima a comenzar cuanto antes a contar y jugar con los cuentos.
El juego y la estimulación de bebé con los libros
Hemos comentado que la relación del bebé con el libro evoluciona paralelamente al proceso de maduración sensorial del niño. Por otro lado, la necesidad de actividades lúdicas en los primeros años de vida fue reconocida hace tiempo y de forma generalizada por los psicólogos (Wallon, Piaget, Winnicott).
Los primeros encuentros con el libro deben hacerse, precisamente, desde el juego y la socialización a través de los sentidos. En un principio el libro es simplemente un objeto que atrae la atención del bebé. Pero más adelante, ese mismo objeto le servirá para jugar con la imaginación, con el pensamiento y con el lenguaje.
Los libros y la cultura
Los libros son un instrumento de cultura que favorecen los aprendizajes y permiten que el niño desarrolle su capacidad de atención y expresión, conozca el mundo que le rodea y amplíe su vocabulario.
Desde un primer momento los libros constituyen un medio excelente de comunicación entre el adulto y el bebé. Con un libro en las manos, el adulto habla, mira, acaricia y establece una relación afectuosa con el niño.
La lectura, por otro lado, es un acto donde el afecto tiene un rol destacado. Tiene que brindar al niño momentos de mucho afecto, que le hagan relacionar el acto de leer con la satisfacción personal. Por ello, el papel de los padres es fundamental para hacerles llegar los libros y sus historias. Los padres pueden relacionar lo que hay en los libros con lo que el niño conoce, con lo que le gusta, con lo que le satisface y necesita. La familia es por tanto un elemento determinante en el desarrollo del hábito de lectura del niño, tanto más si tenemos en cuenta que los niños imitan modelos a seguir. Es muy importante que los padres cuenten, lean en voz alta, y se conviertan en definitiva en referentes y catalizadores del hábito lector de sus hijos. | | |
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Los padres no se quedan atrás en el fomento de la lectura
Rosa Dorival-Romina Peschiera-Ezio Neyra el 16-09-2008, 12:14 (UTC) | | Como padre es importante que fomentes la lectura en tus hijos, ya que ésta no es solo una forma de acceder a la información, también actúa sobre la formación social e individual de la persona, el desarrollo de la inteligencia, la adquisición de cultura, recrea, hace gozar y distrae sanamente.
Estos consejos son para niños que se encuentran cursando la primaria. Te invitamos a realizar comentarios, escribirnos en caso tengas preguntas o para contarnos cómo te fue cuando aplicaste estos consejos.
¡Esperamos te sirvan y te motiven a enviar tus experiencias exitosas en el fomento de la lectura!
CONTROLE LA TELEVISIÓN
La televisión en un gran elemento de distracción para los niños, sobre todo en vacaciones. Así como la televisión, la lectura debe ser presentada a los niños como una alternativa de diversión para sus momentos de ocio o descanso. Es muy importante que no la vean como una obligación, sino como algo que pueden hacer en sus tiempos libres. Como padre o madre debes fomentar la lectura en tus hijos haciendo que ésta sea cercana a ellos y esté a su alcance. No coloques los cuentos en lugares altos donde no puedan alcanzarlos, deja que jueguen con ellos y los manipulen aunque no sepan leer. Los cuentos con imágenes ayudan mucho en estos casos. Siéntate a leer con ellos diferentes historias, deja que ellos te las cuenten a ti, antes o después que tu se las cuentes a ellos.
LOS MODELOS LECTORES
Los padres, y en general todos los que rodean a los niños, se pueden convertir en modelos lectores para ellos. La presencia de modelos lectores en la vida de los niños es muy importante si queremos que adquieran el hábito de lectura. Las diversas experiencias demuestran que los niños que poseen un hábito lector, cuentan con la presencia de algún modelo lector cercano en su hogar. Puede ser alguno de sus padres, tíos, hermanos o abuelos. Un modelo lector es aquel que no solo fomenta la lectura, leyendo con los niños, sino que además posee el hábito de lectura también. Es alguien que conoce de libros, de autores y disfruta de la lectura. Los niños no solo lo observan leer en casa, sino que además éste comparte lo que ha leído con ellos y busca que ellos compartan sus lecturas con él. Asimismo es una persona que les recomienda lecturas y los invita a discutir sobre éstas y a realizar sus propias creaciones a partir de lo que han leído. Un modelo lector es aquel que incentiva la lectura, contagiando su propia pasión por leer.
ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE LA LECTURA
La lectura es una excusa para compartir momentos con tus hijos. Los padres no son los únicos que deben leer los cuentos, los niños también pueden leerles cuentos a los padres. Los padres puede contarle el cuento a sus hijos y luego éstos pueden contárselo a los padres. Asimismo, pueden turnarse al momento de leer, para que lean juntos las historias, esto lo hace mucho más divertido y significativo para los niños, pues ellos también pueden participar de la lectura. El participar de la lectura es muy importante, pues incentiva la compresión lectora.
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Los niños deben tener contacto con los libros desde que nacen
Niños de papel el 16-09-2008, 12:11 (UTC) | | Diferentes investigaciones han demostrado que el contacto con los libros desde temprana edad ayuda a desarrollar habilidades como argumentar e inferir de los textos, necesarias para el aprendizaje.
Así lo señalan los profesores que integran el Grupo de Investigación Cognición y Lenguaje en la Infancia de la Universidad Nacional.
Ellos estudiaron durante seis meses a 159 bebés para saber qué influencia tenía en ellos la lectura. Encontraron padres que nunca leían y ahora lo hacen; bebés que ríen al ver las imágenes en los libros, que los acarician y que siguen atentos las lecturas.
Estados Unidos e Inglaterra llevan tres décadas investigando el tema. El seguimiento de los niños lo hacen hasta por siete años para ver qué consecuencias tiene en su desempeño académico. Así han encontrado que amplían su vocabulario, saben relacionar textos y argumentar, debilidades que tienen estudiantes colombianos de quinto y séptimo grado, según las pruebas Saber.
Los expertos de la Nacional hicieron seguimiento a los niños de ‘Los bebés sí pueden leer’, una de las estrategias que tiene Fundalectura en su programa Leer en Familia.Colsubsidio y Comfenalco Antioquia pusieron en práctica la estrategia con familias que tenían bebés de seis meses.
A cada una se le dieron libros y un plegable con recomendaciones para leer. Rita Flórez, coordinadora de la investigación, habló con EL TIEMPO sobre los resultados del estudio que acaba de publicarse.
¿Qué encontraron de diferente con respecto a las investigaciones de E.U. e Inglaterra?
Corroboramos los hallazgos de otras investigaciones que muestran que la lectura compartida desde los seis meses produce una transformación del adulto y el niño.
Es sorprendente ver que mamás que nunca habían tenido experiencia con la literatura infantil se vuelven niñas y pueden compartir ese evento con sus hijos. En el caso de los bebés, imitan e interrogan sobre las imágenes. Se ve en ellos un placer por la lectura.
¿Y eso para qué sirve?
Se sabe que sobre los seis primero años de vida los niños construyen los cimientos que se requieren para ser lectores competentes. Eso permite que cuando ingresen a primero de primaria, que es la instrucción formal de lectura, lleguen con buenas bases y actitudes frente al libro. Sin ellas se les puede hacer difícil la lectura y por ende pueden tener problemas en su desempeño académico.
¿Se hará un seguimiento por más tiempo como el que se hace en los otros países?
En dos meses se hará un seguimiento con las familias por seis meses más. La idea es hacerlo por más tiempo para ver el impacto que tiene el programa en la compresión lectora. Queremos ver si cuando están en el colegio se hacen mejores lectores. Para eso se requieren recursos.
Consejos para leer con los hijos
Los expertos recomiendan que las primeras lecturas sean rimas porque el recién nacido no ve muy bien, pero escucha y siente. Por eso el primer libro no tiene páginas sino voz, acompañada de caricias y juegos.
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